Los últimos ocho años han sido los ocho más calurosos desde el inicio de los registros en 1880
Cada año que pasa las estadísticas confirman que el planeta sigue calentándose y 2021 no ha sido la excepción. Esta semana lo confirman los estudios publicados por diversas organizaciones: NASA, Administración Nacional Oceánica y Atmosférica –NOAA–, y Berkeley Earth. Según las estimaciones de temperatura media global elaboradas por los equipos de especialistas, el 2020 se mantiene como el año más caluroso de todos, empatado con 2016. El año pasado fue significativamente más frío que 2020 pero similar a 2018 y 2015, provocando un triple empate como el quinto, sexto y séptimo año más cálido. «La ciencia no deja lugar a dudas. El cambio climático es la amenaza existencial de nuestro tiempo», afirma Bill Nelson, administrador de la NASA. «Ocho de los 10 años más cálidos de nuestro planeta se produjeron en la última década, un hecho indiscutible que subraya la necesidad de una acción audaz para salvaguardar el futuro de nuestro país, y de toda la humanidad», reitera.
En la península ibérica hubo dos olas de frío: la primera y más corta se extendió entre los días 5 y 8 de enero, mientras que la segunda, de intensidad excepcional, se registró entre los días 11 y 18 del mismo mes. El 12 de enero se alcanzaron -25,2 grados en Molina de Aragón, -21 grados en Teruel (su récord absoluto), -14 grados de la base aérea de Albacete o -13,7 grados en Torrejón de Ardoz. También se sufrieron dos olas de calor, aunque el récord absoluto en 17 estaciones de medición se alcanzó a mediados de agosto: 47,0 grados en la base aérea de Alcantarilla (Murcia), 46,9 grados en el aeropuerto de Córdoba, o 46,2 grados en Murcia.
Si se compara a nivel estatal la temperatura media del periodo entre 1981 y 2021, las anomalías de este año han sido próximas a +1⁰C en la mayor parte de Andalucía, Murcia, C. Valenciana y Cataluña, mientras que el resto del territorio se ha situado entre +1⁰C y 0⁰C. Además en el año 2021 hemos tenido el tercer diciembre más caluroso de la historia con una temperatura 1,9°C por encima de la media.
La comunidad científica hace tiempo que ha determinado la causa. Este fenómeno se debe, inequívocamente, a las actividades humanas mediante las cuales se expulsan gases de efecto invernadero a la atmósfera. La magnitud del problema queda demostrada al ver que la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera ha alcanzado los mismos niveles de hace 4 millones de años. Sus consecuencias son más que visibles, y la mayoría de ellas son irreversibles llegados a este punto de inacción: el hielo marino del Ártico está disminuyendo a una velocidad jamás alcanzada, el nivel del mar está subiendo y lo seguirá haciendo durante miles de años, los incendios forestales ganan en frecuencia y virulencia, y los patrones de migración de los animales han variado año a año.
Quizás las migraciones climáticas todavía no han alcanzado todavía a la opinión pública, pero ya despuntan como uno de los impactos más relevantes del cambio climático. Estos desplazamientos “comprenden el traslado de una persona o grupos de personas que, predominantemente por cambios repentinos o progresivos en el entorno debido a los efectos del cambio climático, están obligadas a abandonar su lugar de residencia habitual, u optan por hacerlo, ya sea de forma temporal o permanente, dentro de un Estado o cruzando una frontera internacional” según la OIM -Organización Internacional de las Migraciones. Es difícil separar el cambio climático de otros aspectos políticos, sociales y económicos que pueden desencadenar esa huida, pero está claro que juega un papel notable y cada vez más decisivo en la movilidad humana.
Las siguientes infografías presentan datos escalofriantes: durante el año 2019 se produjeron 1.900 desastres ambientales que afectaron a cerca de 25 millones de personas de 140 países. Si aquel año el IDMC -Centro de Monitoreo de Desplazamiento Interno- cifró en 23,9 millones de desplazamientos directamente relacionados con el clima, en 2020 han sido casi 6 millones más de personas desplazadas por esas razones.
