Óscar Camps acerca a las aulas el drama migratorio y la inacción de la Unión Europea
En las noticias es habitual encontrar datos y cifras abrumadoras sobre personas que huyen desesperadas de sus continentes con el sueño de llegar a suelo europeo. El 20 de mayo, justamente coincidiendo con una entrada masiva de migrantes a través de la playa del Tarajal (Ceuta), el IES Rodanas de Épila (Zaragoza) ha organizado un emotivo acto en el que se han intercalado las intervenciones del alumnado con las vivencias personales de Óscar Camps (fundador de ‘Open Arms’), Houcine Guerdouh (solicitante de asilo marroquí), Paula Figols (escritora del libro ‘Catorce’) y Ceren Gergeroglu (presidenta de la Federación Aragonesa de Solidaridad).
Los estudiantes del instituto han lanzado una batería de preguntas para conocer de primera mano la vida de Óscar, quien ha relatado sus inicios de esta manera: llevaba más de 20 años dedicado al socorrismo, hasta que en 2015 vio en televisión el cuerpecillo de Aylan, ese niño sirio de origen kurdo de tres años que apareció ahogado en una playa de Turquía. En ese momento decidió coger su salvavidas, partió hacia la isla griega de Lesbos y creó una ONG que ha salvado más de 60.000 vidas en los últimos 5 años.
Open Arms es una organización humanitaria, no gubernamental y sin ánimo de lucro, cuya principal misión es proteger la vida de los más vulnerables en situaciones de emergencia. Desde su creación ha velado por las vidas de personas abandonadas en aguas internacionales que huyen de conflictos bélicos, persecución o pobreza, pero también colabora en tierra firme con equipos sanitarios y de investigación para afrontar emergencias sanitarias que precisan de una respuesta inmediata.
Durante el final de 2015 y los tres primeros meses de 2016, Lesbos y otras islas griegas fueron la principal vía de entrada de los más de 900.000 refugiados que llegaron a Europa entonces. Tras el acuerdo entre la Unión Europea y Turquía en marzo de 2016 las personas refugiadas que llegan a las islas del Egeo serán deportadas a Turquía y, en consecuencia, las vías de entrada a Europa desde allí se cierran. De esta manera se intensificaron rutas ya existentes más largas y arriesgadas en el Mediterráneo Central. Este trayecto es mucho más largo – unos 300 km hasta la isla de Lampedusa y más de 500 km hasta Sicilia -, por lo que el número de muertes en esta zona crítica es cada vez más alto.
Una vez en el Mar Egeo, los refugiados salían de la costa turca y veían las islas griegas en el horizonte, localizando su destino con una falsa sensación de seguridad. Ahora, las rutas son mucho más largas y peligrosas. El recorrido actual empieza en la costa libia, un Estado fallido inmerso en una guerra civil donde se vulneran sistematicamente los DDHH y donde milicias, bajo el nombre de ‘guardacostas libios’, consuman las devoluciones en caliente. Las mafias hacinan a las personas que intentan huir en embarcaciones muy precarias que pueden llegar a transportar entre 150 y 700 personas, con combustible que nunca será suficiente para llegar a un puerto seguro. Una vez en aguas internacionales, la suerte es su única opción. Solo pueden esperar a que alguien les localice, rescate y les lleve a un puerto seguro en Europa. Nada les garantiza que eso suceda, a pesar de que cientos de buques navegan en la zona a diario. La desesperación es tan grande que se lo juegan todo a esa carta.
En el siguiente enlace se puede volver a ver este entrañable acto, donde destacan el testimonio en primera persona de Houcein rememorando cómo cruzó el estrecho en patera (avanzar al 0:46), la inspiración de Paula para escribir un libro sobre un chico de 14 años que llega a Zaragoza desde el Riff marroquí (avanzar al 1:07), o las ideas clave sobre solidaridad que plantea Ceren (avanzar al 1:22).
La última reflexión de Óscar sirve como colofón al acto, pero sobre todo, intenta prender en la audiencia esa chispa que se convierta en motor de cambio y transformación para que los derechos humanos se sitúen definitivamente en el centro de nuestras acciones (1:28).
Después de este baño de realidad la vida continúa y miles de seres humanos siguen arriesgando sus propias vidas a diario, mientras otros seres muestran su indiferencia o -peor aún- su repulsión… ¿Y tú? ¿has pensado alguna vez cómo te comportarías si hubieras nacido al otro lado del mar?